Los operadores españoles han anunciado recientemente el fin inminente de las redes 2G y 3G, que han sido compañeras de larga data desde su introducción en 1992 para la 2G y en 2003 para la 3G. Esta transición, comúnmente llamada “Sunset“, se enmarca en una iniciativa mundial destinada a modernizar las infraestructuras de telecomunicaciones, liberando frecuencias en favor de las tecnologías 4G y 5G más avanzadas.
¿Por qué se están apagando las redes 2G y 3G?
La decisión de los operadores móviles de poner fin gradualmente a las redes 2G y 3G se basa en varios factores clave:
Obsolescencia de las tecnologías 2G y 3G: Estas tecnologías ya no satisfacen las crecientes necesidades de los usuarios en términos de velocidad y funcionalidades.
Necesidad de liberar frecuencias: Las redes 2G y 3G utilizan frecuencias que pueden ser reasignadas a tecnologías más modernas, como la 4G y la 5G, optimizando así el uso del espectro radioeléctrico y ofreciendo un rendimiento superior.
Alto consumo de recursos para pocos usuarios: Las redes 2G y 3G requieren una cantidad significativa de recursos para mantener un número limitado de usuarios.
¿Cuál es el impacto del apagado de 2G/3G en el IoT?
Según la Comisión de Comunicación Española, 97,7% de la población española tiene cobertura 3G. Esta transición tecnológica redefine el panorama de la conectividad para los dispositivos IoT, generando desafíos importantes:
- Pérdida de conectividad: El cierre de las redes 2G y 3G hará que los dispositivos IoT que dependan exclusivamente de estas tecnologías queden inoperativos, requiriendo una transición rápida hacia alternativas más modernas.
- Diversidad de servicios afectados: Servicios esenciales como la vigilancia remota, el seguimiento de activos, la domótica y los proyectos relacionados con las ciudades inteligentes se verán directamente impactados, planteando desafíos críticos para su continuidad.
- Costos de migración: La migración hacia redes 4G/5G impondrá costos sustanciales a las empresas, incluidos la actualización de las flotas de dispositivos IoT y el desarrollo de nuevas soluciones independientes de redes celulares, representando inversiones financieras significativas.
- Necesidad de soluciones innovadoras: El fin de las redes 2G y 3G requerirá la creación de nuevas soluciones IoT compatibles con tecnologías alternativas como LoRa, NB-IoT, LTE-M, 4G o 5G, destacando la complejidad de la transición hacia infraestructuras más modernas.
- Complejidad operativa: La transición a redes alternativas añadirá una complejidad operativa, requiriendo una planificación cuidadosa para garantizar una migración fluida y minimizar las interrupciones del servicio.
¿Cuáles son las redes alternativas?
Frente al fin de las redes 2G y 3G, los dispositivos conectados deben recurrir a tecnologías emergentes como LoRa, NB-IoT, LTE-M, 4G o 5G. Estas redes alternativas ofrecen soluciones de conectividad robustas, adaptadas a las necesidades específicas de los dispositivos IoT.
LoRa, reconocido por su eficiencia energética y su amplia cobertura, es ideal para aplicaciones de seguimiento a larga distancia.
De igual manera, LTE-M y las redes 4G/5G proporcionan altas velocidades de transmisión de datos, allanando el camino para aplicaciones IoT más sofisticadas y reactivas.
Las empresas deben evaluar cuidadosamente estas opciones alternativas para asegurar una transición fluida hacia redes más modernas, mientras garantizan la continuidad de los servicios y anticipan las evoluciones futuras del IoT.
¿Qué hacer si está afectado por el apagado de 2G/3G?
Es crucial tomar medidas ahora para prepararse para el apagado de 2G/3G. Aquí algunas opciones:
- Reemplace su dispositivo por un modelo 4G/5G.
- Cambie a otro tipo de red.
Consejos para una migración exitosa: Planifique su migración lo antes posible, identifique todos los dispositivos afectados por el apagado de 2G/3G y elija la solución de migración que mejor se adapte a sus necesidades.
Conclusión
Al cerrar el capítulo de las redes 2G y 3G, el escenario está ahora preparado para una era más moderna de las telecomunicaciones. Los operadores franceses, siguiendo cronogramas precisos, revelan un futuro en el que la 4G y la 5G tomarán el relevo, liberando frecuencias y despertando nuevas oportunidades.
El impacto en el IoT dibuja un panorama de desafíos inevitables. La pérdida de conectividad, los diversos servicios afectados, los costos de migración y la necesidad de innovación señalan un cambio de paradigma.
Sin embargo, en estos desafíos residen oportunidades. Las redes alternativas, desde LoRa hasta LTE-M, abren caminos hacia una conectividad más robusta.
Anticipar, planificar y adoptar estas nuevas tecnologías definen a aquellos que trazan el camino hacia un futuro donde el IoT florece en un ecosistema más inteligente. Mientras el sol se pone sobre el pasado, ilumina un horizonte prometedor para el IoT.